«El borrador de Constitución es una amenaza directa a aquellos colegios que tienen fines de lucro, los particulares pagados, porque se les obliga a convertirse en entidades sin fines de lucro», señala Hernán Herrera, presidente de la Corporación Nacional de Colegios Particulares de Chile (Conacep).
El fundamento para formular esta advertencia viene de lo previsto en el artículo que fue aprobado con el número 17: «La educación será de acceso universal en todos sus niveles y obligatoria desde el nivel básico hasta la educación media. El Sistema Nacional de Educación estará integrado por los establecimientos e instituciones de educación parvularia, básica, media y superior, creadas o reconocidas por el Estado. Las instituciones que lo conforman estarán sujetas al régimen común que fije la ley, serán de carácter democrático, no podrán discriminar en su acceso, se regirán por los fines y principios de este derecho, y tendrán prohibida toda forma de lucro».
Herrera explica que parte de los colegios particulares pagados son fundaciones o corporaciones, que no tienen fines de lucro, pero los demás estarían en riesgo, así como lo estarían todos sus estudiantes, que tendrían que pasar a otras instituciones educativas.
¿Otros colegios que pasarían a estar en la mira? Las instituciones cuyos estudiantes son de un mismo sexo. «Cuando dice que la educación no tendrá un carácter sexista, eso significa que no va a poder haber colegios con un solo sexo, ni solo de hombres ni solo de mujeres», advierte Herrera.
El carácter democrático del sistema nacional de educación también podría implicar riesgo para los proyectos de educación.
El presidente de Conacep ejemplifica: «Uno podría tener un colegio católico, y que el día de mañana entran familias con sus hijos que mayoritariamente no profesen esa religión y podrían obligar al sostenedor a que cambiara el sentido del proyecto educativo».
Otro riesgo recaería en la obligación de las instituciones educativas de plegarse a un régimen único. La Constitución vigente establece que «la libertad de enseñanza no tiene otras limitaciones que las impuestas por la moral, las buenas costumbres, el orden público y la seguridad nacional».
Esto no está previsto en el actual borrador de Constitución. «Cuando dejan a las instituciones condicionadas a un proyecto nacional de educación, en el fondo no es que tengan que cumplir con no vulnerar algunos derechos, sino que se deben ajustar exactamente a lo que se defina dentro de la estructura de educación nacional», explica Herrera.
Fuente: El Libero.
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