Si bien es necesario señalar que las dificultades en la crianza es algo que cualquier madre, padre y/o cuidador puede experimentar, aquellos que presentan situaciones socioeconómicas más favorables, tienen acceso a mayores herramientas y apoyos para el cuidado de sus hijos e hijas. Según explica la directora de Abogacía y Estudios de Aldeas Infantiles SOS, Paulina Fernández, quienes están en situaciones de vulnerabilidad pueden presentar obstáculos, lo que dificulta el ejercicio de la crianza.‘‘
La crianza consciente y respetuosa es algo que con el paso del tiempo ha tomado más relevancia en todo el mundo. De manera concreta, se podría explicar como una forma de entender cuáles son las necesidades emocionales y afectivas de los hijos e hijas, y responder a ellas de la forma más apropiada.
Esto no es algo que se logra de la noche a la mañana, además se trata de un proceso que muchas veces tiene sus altos y bajos. Por tal razón, si bien la crianza consciente la puede ejercer cualquier madre, se ha comprobado que mujeres que presentan mejores condiciones socioeconómicas, tienen mayores herramientas para ejercer esta práctica.
Ante todo es necesario aclarar que esta situación no se da en su totalidad, ya que las dificultades en la crianza la puede desarrollar cualquier madre o padre, solo que ciertos ambientes presentan más obstáculos que otros, sumado a la falta de acciones desde la política pública.
‘‘La vulnerabilidad socioeconómica de quienes cuidan o de la familia no es una condición a priori de presencias de situaciones de negligencia, violencia o conductas de crianza basada en el castigo’’, señala la directora de Abogacía y Estudios de Aldeas Infantiles SOS, Paulina Fernández.
‘‘Existe el estrés de poder tener las condiciones mínimas de sobrevivencia, por lo que pueden aparecer crisis más periódicas, más problemas individuales o en las relaciones familiares, hay situaciones de quiebre que también estresan a la familia y todo eso hace que los miembros estén mucho más agobiados’’, agrega la vocera en conversación con El Mostrador Braga.
Hacerse cargo de todo
De acuerdo a los últimos datos del Censo, en nuestro país más del 40% de los hogares tienen a mujeres como jefas de hogar. Esto conlleva que aquella persona debe hacerse cargo de diversas tareas, desde los cuidados hasta la administración de las finanzas de la familia.
En esa misma línea, al menos un 67% de las jefas de hogar en el país debe endeudarse para cubrir los gastos básicos de sus familias, según una encuesta realizada por Grupo Defensa a mujeres pertenecientes a grupos socioeconómicos de clase media y media baja. La profesional de Aldeas SOS, señala que esta situación tiene claros efectos en el desarrollo de la crianza.
‘‘Genera un estés importante, sumado a la falta de herramientas, la necesidad económica y la falta de redes de apoyo y de programas a los cuales poder acceder. Eso efectivamente va afectando, en el involucramiento, en el acompañamiento que van teniendo durante el ciclo vital de su hijo/a’’, explica Fernández.
En esa misma línea, también se debe considerar que las mujeres tienden a experimentar más pobreza de tiempo, lo que provoca que puedan destinar menor tiempo de calidad y ocio con sus hijos/as. De acuerdo a datos de la Fundación Sol, al menos un 53% de las mujeres que trabajan remunerada y no remuneradamente viven pobreza de tiempo, mientras que para los hombres en la misma situación la cifra llega al 36%.
Esta falta de tiempo, producida muchas veces por jornadas laborales precarias y extensas, tienen consecuencias en dónde se desarrolla el hijo/a. Ya que, el o la menor pasará gran parte de su día sin la presencia de su madre.
‘‘La falta de redes no les permite tener alternativa de cuidados para sus hijos e hijas cuando tienen largas jornadas laborales. O sea, eso hoy día no existe, programas donde yo sé que mi hijo va a estar en un lugar seguro y cuidado y no va a estar en la casa solo/a’’, subraya la representante de Aldeas SOS.
El Mostrador
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